Aulas Contra el Patriarcado

04.10.2018

De Pandora.net.    "El cuerpo es un territorio que pocas veces nos han enseñado a transitar. Desde temprana edad las personas somos educadas para inmovilizarnos. Para olvidarnos de lo que el cuerpo nos habla, nos grita, nos muestra. Aquello que dice de nosotras y nosotros. Es un lenguaje que no se aprende (y mucho menos aprehende) en La Escuela.

Resulta que pasan los años y crecemos continuamente transitando espacios donde nos enseñan cada vez más a obedecer, a la rigidez como método. La paradoja de transitar inmóviles. Entonces nos olvidamos de abrazar(nos), de besar(nos), de mirar(nos). Nos alejamos de ese territorio. Nos despojamos del cuerpo hasta casi desconocerlo. Y de pronto, no sabemos qué es eso de hacer conscientes las sensaciones, las emociones.

El sistema capitalista nos ha sumido históricamente a conductas provenientes de una lógica patriarcal (donde prima la voluntad del varón por sobre el deseo de la mujer), lo cual ha derivado en relaciones de dominación, laborales y familiares, basadas en la desigualdad. La división sexual del trabajo no ha hecho más que reforzar esa violenta desigualdad entre hombres y mujeres respecto de los roles que deben tener unos y otras en la sociedad en la que vivimos.

Pero también nos ha enseñado a amar. Amar de manera patriarcal. A amar sentipensando que las personas son bienes que les pertenecen unas a otras. Nos han enseñado a poseer más que a amar. Se nos enseña más a la práctica del miedo en las relaciones que en la práctica de la libertad en el vivir.

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Pero así como hemos aprendido a silenciar nuestros cuerpos, también podemos enseñarles a bailar. Desaprender, desandar ese camino encorsetado ajeno a las sensaciones y salir de los pupitres para encontrarnos (y reencontrarnos) con otros cuerpos y hasta con el propio.

En la Escuela, una de las instituciones que supo muy bien reproducir estas lógicas de obediencia, se presenta un desafío enorme cada vez que tenemos a jóvenes en frente de nosotros y nosotras siendo víctimas de este sistema que les ha dicho mil veces que "los hombres no lloran", "que abrazarse entre varones es de homosexuales", "que las mujeres son todas fáciles", o que "los celos son una prueba de amor" y tantas otras barbaridades que lo único que han hecho es perpetuar prácticas violentas y machistas que dan como resultado la naturalización de mensajes y acciones que lo en todo caso solo reflejan una cosa: violencia." Leer más.

Patricia García Ces
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